El tiempo es hoy día fundamental, pues cada segundo, cada minuto, cada hora, es importante invertirla en hacer más eficaces cada una de las tareas que realizamos a lo largo del día. Es necesario gestionar debidamente el tiempo, de forma que llevemos todas las labores a cabo y además tengamos un espacio para disfrutar de una vida social más satisfactoria.
Tanto en el día a día como en el trabajo es importante controlar nuestro tiempo, y ese es el caso de los traductores, especialmente para aquellos que trabajan de forma independiente.
La palabra clave a la hora de gestionar el tiempo de forma eficiente es la organización. Esa organización tan necesaria comienza por distribuir equitativamente el tiempo estableciendo un horario, el cual hay que seguir de forma estricta y evitando los tiempos muertos o de distracción.
Dentro del horario dedicado al trabajo hay que diferenciar entre las horas donde estamos más activos y llevamos a cabo las tareas de una forma más eficiente con un alto nivel de concentración, y los períodos de tiempo en los que podemos estar menos receptivos, cansados o desconcentrados, que suelen ser las últimas horas del día. Es en los tramos más fuertes donde debemos realizar los trabajos más tediosos y densos, y en los períodos más flojos elegiremos trabajos mas fáciles y sencillos que requieren un esfuerzo mental más relajado.
Otra de las claves imprescindibles es el orden, el cual hace que las ideas sean más rápidas y más claras, y no perderemos tanto tiempo dentro de nuestro horario buscando el material que necesitamos, aprovechando de esta forma cada minuto.
Hay que hacer un planning semanal en el cual apuntaremos las tareas pendientes, así podremos ir preparando los proyectos para cada día, y tendremos la mente preparada y organizada en cuanto a las actividades que vamos a realizar
Y sobre todo, y no menos importante, es saber aprovechar el tiempo dedicado al ocio y a las relaciones con los amigos, la familia o la pareja. Disfrutar de un tiempo diario dedicado a otras actividades nos permitirá desconectar y recargar fuerzas para el próximo día.