Muchos son los métodos de traducción que hay disponibles hoy en día y que, en función de lo que se necesite, son más útiles unos u otros. Los principales son:
- Traducción palabra por palabra: Conserva el orden de la frase, traduce las palabras una a una cogiendo su significado más corriente aunque esté fuera de contexto, las palabras “culturales” se traducen literalmente. Es muy útil para aprender a traducir un texto difícil.
- Traducción literal: las palabras léxicas se traducen una a una, por lo que también es muy posible que su significado esté fuera de contexto. Es muy útil como pretraducción para ver los problemas que puede presentar un texto a la hora de traducirlo.
- Traducción fiel: intenta traducir el significado exacto del original en el contexto adecuado y determinado por las estructuras gramaticales. Trata de ser fiel a la forma del texto.
- Traducción semántica: se distingue de la traducción fiel únicamente por tener más en cuenta el valor estético de la traducción.
- Adaptación: es el método de traducción que se mueve con más libertad y es muy utilizado en poesía y obras de teatro. Traduce adaptando el texto de un idioma a otro aunque el significado de las palabras no sea el mismo.
- Traducción libre: reproduce el contenido original sin conservar la misma forma.
- Traducción idiomática: reproduce el mensaje original pero suele distorsionar los matices del significado dando preferencia a coloquialismos y modismos.
- Traducción comunicativa: trata de reproducir el significado contextual de manera exacta al original para que tanto el contenido como el lenguaje resulten fácilmente comprensibles para los lectores.
Dependiendo del uso que se le vaya a dar al texto es más conveniente utilizar un método de traducción que otro. Unos son mucho más fáciles pero el resultado final es algo pobre, mientras que con otros conllevan un trabajo más especializado pero el resultado es mucho mejor.