La traducción literal, conocida también como traducción directa, es aquella que traduce de un idioma a otro “palabra por palabra” todo el texto o audio que se encuentra en lugar de transmitir el sentido que tiene el original. De entre todos los tipos de traducción se considera uno de los menos recomendados, ya que al hacerlo palabra por palabra se puede perder mucho significado y sentido que si se hace de otra manera. Puede afectar también a la elección de las técnicas más adecuadas para la traducción del texto.
Esta traducción se realiza básicamente con una máquina traductora, aunque cada vez son más los sitios online que te ofrecen esta posibilidad, aunque si no tienes un mínimo conocimiento del idioma de origen es muy difícil que sepas interpretar plenamente todo lo que ha traducido. Las primeras máquinas de traducción utilizaban este método, aunque pronto comenzaron a introducirse frases comunes para que las traducciones pudieran tener un mejor significado y, sobre todo, mayor comprensión.
Las traducciones literales son a veces preparadas por escritores que están traduciendo una obra escrita en un idioma que no conocen, y que una vez traducido de esa manera se le intenta dar un sentido cambiando su sintaxis para que se entienda mucho mejor. Lo mismo ocurre con la poesía, ya sea en verso o en prosa, ya que su significado literal en muchas ocasiones no sería comprendido y, por supuesto, no rimaría como debiera. Puede decirse que la traducción literal está llena de errores ya que no se toma ninguna molestia en darle un sentido a lo que traduce.
Para lo que sí es muy útil la traducción literal es para utilizarla como pretraducción y poder ver los problemas que puede presentar un texto a la hora de traducirlo, así como evaluar qué método de traducción es el más adecuado para cada caso y lo que se quiera transmitir.