Las agencias y editoriales son una buena salida para los traductores autónomos que, o bien desean seguir trabajando como freelances pero formándose una cartera de clientes fija, o bien buscan un puesto formando parte de una plantilla.
Aunque tanto a la hora de responder a una oferta de estas empresas como si se realiza una autocandidatura hay que tener en cuenta una serie de puntos importantes para que el curriculum sea valorado en los procesos de selección y, sobre todo, para poder mantener la colaboración en caso de que la empresa se decida finalmente por el candidato en cuestión.
En primer lugar conviene personalizar siempre el curriculum. Es decir, si la empresa está buscando un perfil muy concreto, conviene adaptar el propio para encajarlo al máximo posible con la oferta.
Si, por el contrario, lo que se realiza es una autocandidatura, conviene informarse ampliamente de los ámbitos que cubre la empresa a la que se dirija y, de forma secundaria, mencionar otras cualidades que se consideren importantes aunque no tengan que ver con sus terrenos de actuación.
En cualquiera de los casos, es importante conocer también los procedimientos burocráticos de las empresas, así como todas las condiciones de cada proyecto en particular para evitar malos entendidos por alguna de las dos partes.
Igualmente, y pese a los méritos que el curriculum refleje con todo tipo de experiencia comprobada, los candidatos deben estar dispuestos a realizar las pruebas que la empresa considere oportunas para mostrar su valía. De la misma forma, es importante realizar correctamente estas pruebas y dentro de los plazos previstos, ya que este apartado está siendo evaluado.
Una vez completado el proceso, y si finalmente la empresa se decide a contar con los servicios del candidato, éste debe responder como realmente se ha presentado, no sólo para que la compañía cuente con sus servicios, sino para que sus referencias sean siempre positivas dentro del sector.
Para ello conviene que el traductor complete siempre sus trabajos con la máxima calidad y dentro de los plazos previstos. También es importante que, en caso de no poder finalizarlos por las razones que sean, lo indique a la compañía lo antes posible o, si se trata de un imprevisto, lo comunique con sinceridad y sin demora.
E, independientemente de los trabajos que el traductor mantenga, debe estar informado de las novedades del sector y actualizarse en todos los terrenos que considere oportunos e interesantes para ir completando su formación y experiencia de cara a futuros encargos.
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